Divagaciones que hacen que mudarse a una nueva oficina pueda ser la oportunidad perfecta para promover la innovación u otras cosas.
por: Lord Business
Luego de mas de un año ansioso por la emotiva que sería la
mudanza a nuestras nuevas oficinas, hoy concluyó mi tiempo de reflexión diaria
que estoy cultivando después de mi curso introductorio al mindfullnes para ejecutivos con nuevas
oficinas y con la satisfacción de haber
liderado un emocionante dia con mis trabajadores, que no vivíamos desde mi
exitosa campaña de marketing en la que una fina vicuña se sube a una combi para
promover el producto financiero de nuestra nueva unidad de negocio.
Ver mis nuevos muebles, con mi nuevo baño y mi nueva vista
que alcanza el cerro san cristobal, me hizo pensar que hasta debi cambiar de
secretaria hace mucho… ( mentira, paolita, sin ti no se que haría).
No obstante más
allá de la comodidad, la gran oportunidad que veo y que aún no sé cómo
canalizaar, es que a lo largo de los días siguientes, noté que mi gente ya no se irritaba de
permanecer mas horas en la oficina. El ping pong ha hecho que los ¨rapi–campeonatos’’,
incluso hagan interrelacionarse a nuestros trabajadores con accionistas -de
echo me deje ganar por uno de ellos ayer-, y estoy ansioso de monetizar la
promesa de que esta inversión mejore los resultados de negocios como lo hizo
google.
Siendo efectivo se me ocurre que podría monetizar ese tiempo
de ocio investigando sobre esos momentos
y conocer más de la rutina de mis trabajadores saber qué pasa
exactamente frente a esa mesa de pingpong, así, sí veo que todo es una pérdida
de tiempo, justificar la ausencia repentina de la mesa con la urgencia de una
nueva sala de trabajo. Pero , si no es así, si escucho que la mesa de
pingpong es el punto donde converge el I + D que hara que el negocio valga
millones, tal vez podría comprar algunas más y promoverlas en cada piso del
edificio.
Pero todo con calma . hace unos días vi a dos jóvenes besándose en
uno de los muebles reclinables y por alguna razón que aun no entiendo preferí pasar
desapercibido para no interrumpirlos, naturalmente al siguiente día el jefe de
seguridad tuvo que cambiar algunos puntos de nuestra política interna por que
la comodidad de nuestras oficinas no debería ’’intensificar’’ la dinámica de las relaciones
interpersonales. No vaya a ser que por
empezar a promover la innovación termine subiendo mi taza de ausentismos por embarazo, eso malograría mi
plan de innovación a cinco años a través de la gestión de pingpongs… me
vería obligado a invertir más en lactarios.